Muchas veces cuando nos referíamos a la problemática de la transmisión de ruidos entre ambientes linderos, lo hacemos pensando (en líneas generales) en la transmisión de ruido “aéreo”, es decir a aquel que se transmite por el aire hasta el divisorio al igual que desde este hasta el oyente y que como oposición al que abordaremos en este caso, conllevan diferencias sustanciales tanto en sus modos de transmisión como en su remediación.
Es decir que como diferenciación a aquel ruido identificado como de transmisión por “vía aérea” podemos iniciar hablando ahora de transmisión por “vía sólida” o mejor aún, de ruidos de impacto;
A los efectos de poder presentar el tema desde una perspectiva práctica y a la vez precisa, veremos al tema desde tres áreas:
La primera de ellas del tipo conceptual y que se referencia en el campo normativo con que contamos en nuestro medio a través de las normas IRAM específicas del caso. La segunda etapa que identifica las patologías típicas en estos y la tercera y última donde ejemplificamos el potencial de su remediación en base al uso de materiales acústicos específicos:
1) Marco conceptual:
definimos entonces a las molestias de ruido entre departamentos o pisos distintos de un mismo edificio (o incluso otros linderos) al recibido en el local receptor a través de un medio sólido y que típicamente se origina en ruidos de impacto tales como pasos, golpes, vibraciones u otros que impactan directamente sobre los cerramientos (generalmente horizontales) y transmiten a través de ellos mismos.
A los efectos de poder evaluar los niveles de molestia así como eventualmente también las posibilidades de mejora, analizan la cuestión la norma IRAM 4063 parte 8 “Medición en laboratorio de la reducción del ruido de impactos transmitido a través de revestimientos de pisos sobre hormigón armado pesado normalizado” así como también la Norma IRAM 4043-2 “Evaluación del aislamiento acústico en los edificios y de los elementos de construcción Parte 2: Aislamiento a ruido de impactos”.
Ambas se encuadran a nivel internacional con sus homólogas equivalentes de la Organización Internacional de Normalización ISO 140-8:1997 – «Acoustics. Measurement of sound insulation in buildings and of building elements. Part 8: Laboratory measurements of the reduction of transmitted impact noise by floor coverings on a heavyweight standard floor» e ISO 717-2:1996 “Acoustics. Rating of sound insulation in buildings and of building elements. Part 2: Impact sound insulation”.
La norma 4063-8 especifica un método para la medición de las propiedades acústicas de los revestimientos de pisos desde el punto de vista de la reducción de la transmisión del ruido de impactos y es aplicable a todos los revestimientos de suelos tanto simples como multicapa instalados sobre un forjado normalizado.
Uno de los resultados a interpretar al momento de evaluar una técnica o un material podrá ser el valor DL que indica la reducción del nivel de presión de ruido de impactos, es decir la mejora relativa del aislamiento a ruido de impactos resultante de la instalación de un material acústico específico sometido a ensayo y que se expresa en decibeles.
donde:
Ln0 es el nivel de presión de ruido de impactos normalizado a través de un piso de hormigón armado pesado normalizado sin revestimiento alguno.
Ln es el nivel de presión de ruido de impactos normalizado a través de un piso de hormigón armado con el revestimiento objeto de ensayo.
A este valor inicial, se le aplican factores de corrección Identificados como coeficientes de adaptación espectral según la norma 4043-2, que refieren a eventuales picos de nivel a frecuencias (bajas) discretas, por ejemplo en entrepisos de madera o en el compartimiento de suelos de cemento sin recubrimiento.
Este término de adaptación espectral CID se calcula mediante
CID = CI,r,0 – CI,r
Es decir que una magnitud global de la reducción basada en el nivel de presión sonora de impactos lineal no ponderado DLlin puede calcularse mediante.
DLlin = Ln,r,0,w + CI,r,0 – (Ln,r,w + CI,r) = DLw + CI,D
Y que en síntesis refleja una mejor aproximación a aquellos solados sin terminaciones superficiales resilientes.
2) PATOLOGIAS ACÚSTICAS
Dentro de los casos habituales que detectamos a diario en obras de arquitectura, se encuentran distintos grupos de reclamos de los comitentes y que van desde los más obvios casos de ruido de pisadas, taconeos, corrimiento de muebles, etc., hasta otros no tan difundidos pero igualmente molestos tales como vibraciones de equipos mecánicos dentro de la unidad funcional (lavarropas, unidades evaporadoras de A.A., equipos de reproducción de sonido, bombas para circulación de agua en hidromasajes, etc.), salas de máquinas del edificio (con toda su batería de variantes respecto a tipos de máquinas y que ameritan un estudio particularizado del especialista), ruidos originados en la circulación de fluidos a lo largo de las montantes del edificio, en las áreas húmedas, etc.
Si bien cada grupo de patologías merece un análisis más detallado, podríamos acordar rápidamente que los casos pertenecientes al primer grupo dependen más directamente de los hábitos y costumbres de su ocupantes y en ese sentido es donde podemos trabajar ya desde el proyecto previendo eventuales conflictos.
3) Procedimiento de Remediación
si bien el ejemplo no es el único caso de técnica o material posible de utilizar, se presenta el caso de uno de ellos que a través del ensayo de laboratorio informa su mejora relativa con y sin utilización del material acústico específico, de manera de facilitarle al colega la ponderación de este o en todo caso de otros posibles de utilizar.
diferencia de nivel sonoro
Mejora acústica con material acústico específico
Un especial llamado de atención merece la instalación de estos materiales aislantes en su encuentro no solamente con muros y tabiques en el perímetro del local sino también con el resto de las posibles interferencias pasantes entre un piso y otro (columnas, cañerías, plenos, etc.), ya que es bastante habitual ver “pisos flotantes” con los materiales adecuados, correctamente armados pero con encuentros “solidarios” de este tipo (sin zócalos ni babetas) y que terminan desmereciendo la resultante final.
ejemplo de armado – encuentro piso flotante y columna
A modo de corolario para este caso de patologías acústicas podríamos cerrar el capítulo diciendo que concientizar frente a esta problemática nos llevará indefectiblemente a la incorporación de estos materiales a gran cantidad de los proyectos que se nos presentan habitualmente ya que los beneficios devenidos de su colocación no solamente son contundentes en cuanto a sus mejoras de habitabilidad sino que además son de baja incidencia en el costo final de la obra, tanto en material como en su instalación que no requiere mano de obra especializada y se puede resolver con el gremio de albañilería directamente.
Arq. Alejandro L. Giani
Docente-Investigador FADU/UBA
Gerente Técnico Sonoflex S.R.L.