Seguramente todos hemos podido disfrutar de buenos momentos en cualquiera de los excelentes bares y restaurantes de los que tenemos en Buenos Aires. Pero, ¿hemos podido comunicarnos a gusto con nuestros acompañantes? ¿O, por el contrario, el ruido acumulado de múltiples conversaciones a nuestro alrededor nos ha obligado a elevar también nuestra voz?
Este es un problema muy habitual, que en el lenguaje técnico se conoce como efecto cocktail party y que se da en espacios con una ocupación relativamente alta (como puede ser un bar o un restaurante) con un deficiente acondicionamiento acústico .Este problema se puede mejorar mediante un adecuado “Acondicionamiento acústico” del recinto, por el cual los visitantes podrán disfrutar de un ambiente más relajado y agradable.
Pero cuál es el verdadero problema?: El ruido reverberante
La base del problema está en el excesivo ruido reverberante del recinto: sonidos que van desde la fuente sonora hasta el observador después de la reflexión en una o varias superficies de la sala objeto de estudio.
El campo directo (el que viaja directamente desde el emisor hasta el receptor) es sólo una parte del sonido que percibiría el oyente, mientras que el resto son sonidos reflejados.
El nivel del campo sonoro reverberante y, por lo tanto, su grado de influencia en el nivel sonoro total en el interior de local, depende del tiempo de reverberación del recinto, es decir, de los coeficientes de absorción acústica de los materiales que se hayan empleado en la construcción del mismo.
La solución: Acondicionamiento acústico
En general, podemos decir que a menor nivel de absorción acústica de los materiales, mayor nivel sonoro reverberante en el interior del local. En pocas palabras podríamos decir que el sonido de las conversaciones se amplificaría. Si queremos saber un poco más sobre este tema podemos recurrir a www.sonoflex.com, en la sección informes técnicos, que nos darán una mejor idea de lo que sucede en este tipos de recintos.
Por otra parte, aunque se trata de una materia relativamente nueva, hay productos que fabricamos dentro de la línea Fonac, para evitar o minimizar este tipo de problemas y que fijan una reverberación adecuada para este tipo de recinto, con niveles máximos de seguridad.
Algunos ejemplos son:
• Class 1
•Professional.
• Economy.
En la actualidad, el excesivo ruido reverberante en el interior de un restaurante o bar no sólo es una cuestión de confort, sino que también empieza a ser un imperativo legal. Por eso, en un futuro muy cercano, será un apartado más a analizar en los proyectos.
Acondicionar acústicamente un local consiste en mejorar las características de sus revestimientos con el fin de lograr una mejor calidad del sonido en su interior. En el caso de un bar o un restaurante, el objetivo es reducir el nivel de ruido reverberante.
Una buena forma de mejorar la acústica interior de cualquier recinto consiste en mejorar el coeficiente de absorción del techo, ya que normalmente suele ser la mayor superficie y que admite algún tipo de tratamiento. Por supuesto, si fuera aconsejable, también pueden tratarse otras superficies, como paredes o suelos.
Además, hay cantidad muy grande de posibles soluciones a instalar dentro de los materiales absorbentes, con colores y texturas diferentes que muy bien pueden integrarse en la decoración y ambiente del recinto.
Sin embargo, es muy importante seleccionar el tipo de revestimiento con prestaciones acústicas adecuadas a las necesidades y en cantidad suficiente para llegar al objetivo exigido, y ahí es donde entra en juego la aportación de un experto en la materia, como lo es Sonoflex de Argentina. Más información: www.sonoflex.com