El tratamiento acústico de los edificios es necesario siempre que haya un exceso de ruido molesto, que impida a los ocupantes desempeñar sus actividades normales de trabajo.
La elevada intensidad y una frecuencia discordante pueden contribuir a que los sonidos resulten ingratos. Tales ruidos pueden ser producidos en los locales contiguos, siendo transmitidos a través de las paredes, vestíbulos y pasillos a todo el edificio. El tratamiento acústico se emplea para reducir los ruidos desagradables.
Hay tratamientos acústicos cuyos resultados pueden ser adecuados y en otros casos pueden ser inadecuados.
• Las aulas escolares, las salas de conferencia, los teatros y las salas de conciertos son locales que exigen un acondicionamiento acústico especial.
• Los restaurantes pueden resultar más confortables con tratamiento acústico, pero el propietario puede resultar perjudicado si los clientes se quedan demasiado tiempo en el local para aprovechar la tranquilidad del ambiente.
• Cuando un grupo de maquinas de escribir o de otras maquinas de oficina están trabajando a la vez, ruido puede reducirse radicalmente, con lo que el personal trabaja en mejores condiciones y da mayor rendimiento. Los materiales acústicos pueden usarse aquí con eficacia.
• Una casa unifamiliar necesita pocos materiales especiales para la absorción de los sonidos. Los revestimientos interiores proporcionan suficiente absorción.
• Las salas de un hospital deberían de estar bien aisladas de los ruidos de la cocina, cuartos de aseo, accesorios, etc. El tratamiento acústico de los departamentos de cirugía y de las salas de operaciones debe de hacerse con materiales absorbentes.
Como podemos observar la acústica se puede utilizar en diferentes lugares, unos más que otro, lo importante es saber cuándo y en donde podemos utilizar los diferentes materiales acústicos.
El sonido tiene por origen una vibración cualquiera, estas vibraciones producen compresiones y enrarecimiento del aire circundante.
Una serie regular de estas compresiones y depresiones constituye un tren de ondas sonoras. Cada partícula del aire al paso de las ondas vibra hacia atrás y hacia delante, entra en temblor con un movimiento armónico simple y regular, siendo el movimiento promedio muy pequeño.
Ondas sonoras creadas por los repentinos aumentos y disminuciones de presión en un globo de goma.
Cuando penetra en el oído estas ondas aprietan y tiran del tímpano, poniendo al mecanismo auditivo en vibraciones; esta penetra en el interior y estimula los extremos de los nervios, dando lugar a un impulso en los mismos que se transmiten al cerebro y hacer nacer la sensación auditiva.
Las tres características más importantes de la acústica son las siguientes:
• La intensidad: Es la medida de longitud del sonido, está relacionada en primer lugar con la cantidad de energía sonora emitida por segundo, pero en segundo lugar con la frecuencia y la estructura del sonido.
• El tono: diferencia de las notas más altas y más bajas; está relacionado en primer lugar con la frecuencia (numero de vibraciones por segundo), pero depende del segundo lugar de la intensidad y de la estructura del sonido.
• El timbre: tiene un carácter propio; depende de la intensidad y de la frecuencia de cada componente del sonido, y, por ejemplo, distingue la diferencia de sonidos entre un piano y un violín.